En principio, si alguien nos habla del concepto educación permanente no tardaríamos demasiado en asignarle un significado que nos parezca obvio: algo así como educación para a lo largo de toda la vida, educación ininterrumpida o algo así. Bien, no va desencaminado el lector, pero como también se habrá imaginado detrás de este término hay bastante más.

En primer lugar no estamos hablando meramente de una forma coloquial de expresar algo, sino de un término reconocido de forma internacional, tanto en la UNESCO, como en Consejo de Europa, un organismo del que forman parte más de 47 países europeos. La educación permanente engloba a toda la formación que se puede recibir fuera del período escolar tanto por niños o jóvenes como por adultos. No quiere decir que se deje de lado el sistema educativo tal y como lo entendemos, sino que se busca reestructurarlo y a la vez desarrollar todo los que se puede hacer fuera de él y a lo largo de toda nuestra vidas. El abanico de ámbitos de aprendizaje se amplia y, por supuesto, incluye todas las ramas del saber y conocimientos, así como cualquier forma de adquirirlos.

Enfocando ya la idea de forma práctica, ¿qué se ha hecho hasta ahora? Bueno, casi todos conocemos en nuestra localidad un Centro de educación para adultos. Siendo estos imprescindibles la mayor parte de su actividad se centra en dar la educación formal básica a adultos que, por la razón que fuera, no la habían recibido con anterioridad. Es decir, no estamos rebasando el marco del sistema educativo, simplemente estamos ampliando la edad de las personas que reciben esa educación. Esto es tan solo una parte, importante, eso sí, del tema que nos ocupa.

Los motivos para seguir educándonos fuera de ese marco, de seguir educándonos de forma permanente, pueden ser múltiples, desde las meras ansias de saber, de aumentar nuestra cultura general, a motivaciones mucho más prácticas, como seguir siendo competitivos en nuestro trabajo, especializarnos en un campo específico o sacar el mayor partido posible a tecnologías actuales que quizás hace unos años ni siquiera existían y ahora nos pueden resultar francamente útiles.

Así pues, nos puede interesar encontrar un buen portal que reúna recursos de educación permanente tanto si lo que queremos es completar nuestra educación formal, obteniendo por ejemplo el graduado escolar o cursando el bachillerato online, como si lo que queremos es abordar el aprendizaje de un idioma o realizar algún curso para el que no sea requisito imprescindible contar la ESO. Todo es importante, pero merece la pena señalar que aprender un idioma siempre es un objetivo interesante, tanto desde un punto de vista laboral como con las miras puestas en nuestro tiempo de ocio o en nuestro acervo cultural, tengas la edad que tengas.

Haber pasado de los 18 años jamás puede suponer que se cierre la puerta de la educación. Por eso la educación permanente es tan importante, y por eso es interesante estar informado sobre todos los recursos disponibles para seguir formándonos y aprendiendo durante toda nuestra vida. Además, actualmente, la formación semipresencial y la formación online, han aumentando nuestro abanico de opciones de forma considerable.