Entrega de premios del Concurso literario de la Fundación Tajamar
Madrid, 16 abril 2018.- El premio nacional de poesía 2017, Julio Martínez Mesanza, ha entregado los premios a los ganadores del Primer Concurso literario organizado por la Fundación Tajamar con motivo del 60º aniversario de la creación del colegio de enseñanza media que lleva el mismo nombre y está situado en Vallecas desde 1958. La entrega de premios a los veintiséis finalistas del concurso, al que se presentaron 500 relatos, tuvo lugar en Tajamar este fin de semana.
Martínez Mesanza tuvo palabras para los finalistas del concurso y para todos los jóvenes: «os animo a leer y escribir mucho antes de publicar un primer libro. No tengáis prisa por publicar. Se necesita paciencia». Y añadió como recomendación que «lo mejor es que el primer libro que publiquéis tenga interés».
El ganador de la principal categoría, la general, fue Eduardo Pérez Díaz que presentó el relato titulado Viktor Pumaky bajo el seudónimo Inés de la Sal. El ganador reconoció su «descubrimiento tardío de las humanidades (hizo Bachillerato de Ciencias) y la ayuda extra que me ofrecieron las profesoras de la facultad de Filología hispánica cuando decidí cursar esa carrera al terminar la Selectividad». El concurso tuvo tres categorías: escolar, especial y general.
Eso no quiere decir que los jóvenes no puedan publicar antes un cuento o una poesía en alguna revista o pequeña colección de cuentos, porque eso va situando a cada escritor y hace que vaya adquiriendo sedimento. «Pero para un primer libro –terminó diciendo- hay que tener paciencia y salir a la palestra cuando estés bien armado. Porque luego es difícil remediar un primer fracaso».
Este primer concurso literario tuvo 26 finalistas que recibieron los premios este fin de semana tras una cena de gala que ofreció la Fundación y en la que participaron con sus familias, los miembros del jurado y patronos de la Fundación Tajamar, así como profesores de Lengua y Literatura del colegio. Acompañaron a Julio M. Mesanza en el jurado, el consejero delegado de la editorial Rialp, Santiago Herráiz, y la directora de la librería Neblí, Rocío Ruiz.
El director del Cervantes en Estocolmo fue preguntado sobre la conveniencia de que los jóvenes aspirantes a escritor participen en talleres literarios: «dependerá –señaló- del perfil de cada joven, porque algunos lo que necesitan es la soledad y, luego, enseñar su creación a un amigo que entienda de literatura, más que a un profesor. Pero es cierto, también, que otros necesitan una literatura más en sociedad y para ellos son buenos esos talleres. A cada uno le conviene lo suyo».